Samson demostró su fuerza sobrehumana matando a un león con sus manos desnudas. Está representado con pie en la espalda, agarrando sus mandíbulas en sus manos y forzándolos separados. Combatir con un único adversario era un tema que naturalmente tendía a adquirir un significado simbólico. Esta instancia fue interpretada por la Iglesia medieval como la lucha de Cristo contra el diablo.