"Maurice Denis pintó Calvario en noviembre de 1889. En ese momento estaba leyendo Sagesse, una colección de poemas de Verlaine. La talla de Denis ilustra el primer poema. La pintura es el equivalente plástico del estilo poético de Verlaine que el pintor aprecia por su sencillez, ingenuidad y "las relaciones misteriosas entre las cosas y las personas". La composición es llevada por una diagonal creciente formada por el grupo de mujeres y la derecha de la Cruz. Las mujeres han perdido toda individualidad y se funden en una masa negra extremadamente simplificada, contrabalanceada por la otra masa oscura de soldados romanos en el fondo. Incluso Cristo, traído a sus rodillas por el peso de la Cruz y abrazado por una Santa Mujer, es pintado como una silueta, de color plano con un esquema oscuro. Denis ha dado a la escena una gran unidad decorativa y, como en el poema de Verlaine, se convierte en la expresión del dolor y la compasión universales".