Un dragón emerge del espeso humo negro que rodea al Monte Fuji. El humo y el dragón son uno y el mismo, el humo es el camino por el que el dragón ha viajado para escapar. Por el contrario, el monte Fuji es prístinamente blanco, cubierto de nieve. Las montañas en primer plano y un pequeño manguito de árboles indican la extensión del tamaño de la montaña, que no se ve afectada por la fuga del dragón. Hokusai era un maestro en evincing an almost religious reverence for the majesty of the mountain, which stands like a castle in the middle of the paint, allowing the dragon of smoke to escape.