Cranach fue uno de los artistas más versátiles del Renacimiento del Norte, un firme patrón de la Reforma, y un amigo cercano de Martin Luther. Pintó pinturas religiosas didácticas, pero también produjo su propio ideal erótico de la desnuda hembra. Aunque su estilo, a diferencia del de Durero, tomó poco de los italianos, favoreció temas mitológicos y clásicos y pintó la historia del Juicio de París muchas veces durante su carrera. Aquí el artista ha elegido una versión alemana de la historia, en la que Mercurio presenta las tres diosas - Juno, Venus y Minerva - a París en un sueño. Cranach señala la victoria de Venus colocando a Cupido, su hijo, en la parte superior izquierda, apuntando en su dirección mientras ella le señala. Las figuras de las tres mujeres dan al artista la oportunidad de hacer un recorrido visual de la desnuda femenina desde diferentes perspectivas.