Cristo bautizado en el río Jordán por San Juan Bautista. El Espíritu Santo aparece en forma de una paloma radiante. Para esta pintura Van Scorel dibujaba elementos de obras de Rafael y otros artistas del Renacimiento italiano. Había viajado en Italia. La imagen es un ejemplo superior de la asimilación de la nueva concepción italiana en la pintura neotelandesa. En ella se reúnen varios motivos, funcionalmente muy distintos, y se reúnen como deben ser: dentro de un espacio claro, realista, y respondiendo a los requisitos estéticos desarrollados en la teoría del arte renacentista, como la gracia y la variedad visual.