Henry Scott Tuke se quedó cerca de Falmouth durante la mayor parte de su vida, después de instalarse en una cabaña, con un barco donde pintó escenas de hombres jóvenes, marineros y pescadores. La pintura La crítica muestra a tres jóvenes, disfrutando del sol y del agua. Dos sentados en una roca mientras uno está nadando hacia ellos. El espectador puede ver las figuras reclinables desde atrás, sin poder ver gran parte de ellas. Hay una tonalidad homoerótica que no es difícil de identificar, la mirada directa de los dos chicos sugiere un gusto o atracción. su tratamiento de los chicos jóvenes era muy suave, sus pinceladas eran pesadas y a menudo pintaba al aire libre, haciendo sus colores frescos y con una percepción aguda de los efectos de luz en el agua. Henry Scott Tuke se celebra ahora como una parte importante de las discusiones sobre el arte queer, habiendo sido olvidado después de su muerte hasta 1970 cuando fue redescubierto por las primeras generaciones de artistas y críticos abiertamente queer.