Sebastiano Ricci ayudó a revitalizar el arte veneciano a principios del siglo XVIII adoptando el estilo luminoso y de colores ricos de Paolo Veronese y haciéndolo más flojo y más espontáneo, como se ve en La batalla de los Lapiths y Centaurs. Esta pintura representa un tema de las Metamorfosis de Ovid. El altercado comenzó cuando Pirithous, rey de los Lapiths, cometió el error de excluir a Marte, el dios romano de la guerra, de su celebración de la boda. Para exigir su venganza Marte alistó al centaur Eurythion para secuestrar a la novia de Pirithous.